El escándalo de la leche contaminada por melamina tiene ya culpables claros y uno de ellos recibirá un castigo muy desproporcionado. A uno de los culpables por contaminar la leche, China lo castigará a la pena de muerte. Ese castigo es algo que nunca se debería considerar, pero en China no piensan lo mismo.

Tras las oportunas investigaciones y tras haber averiguado los culpables de la contaminación de la leche, China ha decidido condenar a la pena de muerte a uno de los culpables, mientras que con el resto, todavía no se sabe lo que podrá pasar con ellos. Esto es una muestra más del tipo de país que es China y de los castigos que allí se aplican a los infractores.

Veremos finalmente lo que pasa con esta persona y con el resto que se han identificado como las culpables de que muchos bebés en China perdieran la vida por vender leche contaminada. Un castigo demasiado severo para lo que debería ser, ya que unos años en prisión deberían ser suficientes.