Estos días estamos viviendo a disturbios en la región autónoma de Xinjiang y como era de esperar, la prensa China no puede hacer periodismo libre, sino que tiene que dar la información que le interesa al régimen dictatorial y comunista en el que vive este país. Las informaciones eran que la cifra de muertos era de 150. En esta zona es donde viven los uigures, que es una minoría musulmana y ciertamente estos disturbios no han gustado a las autoridades, que no quiere salir en la prensa por estos motivos y por ello castigará duramente a los que han provocado el caos.

Concretamente tendrán la pena de muerte todos aquellos provocadores de este caos que se vive en esta zona del país. por lo que el castigo es ciertamente severo, demasiado para el gusto de cualquier persona con algo de razón, algo que le falta a este dictador chino. China quiere dar la imagen que tiene todo controlado, cuando no es cierto y por muchos policías y toque de queda que imponga, siempre podrá haber nuevos disturbios, aunque con el paso de los días, todo ha mejorado mucho en la zona.

La prensa internacional está aislada en la zona, porque no puede usar internet, teléfonos móviles, ni mensajes de texto, algo sospechoso cuando ocurren este tipo de cosas, ya que la imagen de país sereno que quiere transmitir China en todo momento, es una de las prioridades de este país y quiere evitar que la prensa pueda informar desde allí, porque fuera de sus fronteras se informa todo lo que se quiera, sin importar lo que diga este gobierno.