En China nos encontramos diferentes lugares donde podemos comer alguna que otra cosa. En Pekín. Los clásicos puestos callejeros donde venden todo tipo de insectos se encuentran muy cerca de la clásica plaza de Tiananmen, que es un lugar muy concurrido por los turistas. En esta zona una serie de puestos ofrecen sus mejores insectos, una delicia para los chinos, que consideran a los insectos como una tapa al más puro estilo español. Es un lugar muy peculiar, pero los aromas que desprenden es verdaderamente cautivador.
Salvando las distancias, estos puestos se parecen a los que ponen en las ferias de algunos países, con las manzanas de caramelos, trocitos de coco y demás. En vez de esos alimentos, nos encontramos unos nutritivos gusanos de seda, caballitos de mar o escorpiones, todos ellos muy crujientes y con sabores diferentes, aptos para el disfrute de los turistas. A pesar de lo que puedas pensar, los turistas suelen probar varias de estas deliciosas especies de insectos, todos muy crujientes y aptos para disfrutar.
Debes dejar de pensar en la comida que comes habitualmente y dejarte llevar. En China es fundamental dejar de pensar que los insectos no son comida, porque queda demostrado que pueden llegar a ser unos ricos alimentos y además puede que te acaben gustando. Estas ricas brochetas de escorpiones es una de las más degustadas por los turistas, así como la de gusanos de seda, entre otros. Es cuestión de probar alguna y decidir la que más te guste.
Vía|Diariodelviajero